Debemos tener en cuenta que lo más importante al iluminar un jardín es permitir que el interior de la vivienda se expanda visualmente hacia el exterior.
Cuando el interior de la vivienda se encuentra iluminado y el exterior no, se produce un efecto de espejo, la actividad interior se refleja contra el vidrio marcando un límite visual, cuando el efecto que debemos buscar es justamente el contrario. Por ello, es importante balancear el nivel de iluminación a uno y otro lado de las superficies vidriadas.
En líneas generales, lo mejor será optar por una iluminación exterior tenue, acentuando elementos decorativos, tales como: zonas de follaje, esculturas, bancos, fuentes, con iluminación focalizada. La mejor forma de lograr el efecto de realce es iluminar estos elementos de abajo hacia arriba.
En las zonas que sirven como lugares de reunión es preferible utilizar lámparas para iluminar de arriba hacia abajo, esto permite una mejor visibilidad y produce efectos de sombra sobre el piso.
En cuanto al tipo de aparatos, estos deben ser aptos para el uso en exteriores. Recomendamos las lámparas de vapor de mercurio o las halógenas en el caso de espacios grandes y las lámparas dicroicas para espacios más pequeños.
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